
El padre Gutierrez miró a su alrededor. Su grupo de incursión estaba preparado para la misión que aquella noche les había llevado a las selvas de Paradiso y se sentía orgulloso de ellos. Observó la zona de aterrizaje del campamento donde en aquellos momento había una nave de transporte y repasó las imágenes vía satélite para ver los objetivos marcados. Desde que hace unas semanas un caza de reconocimiento había descubierto el asentamiento por casualidad, los líderes de su orden habían decretado que era una oportunidad para recoger información sobre el ejercito combinado. Era la hora de empezar, miro a sus hermanos y sargentos y dio la señal. Desenfundó su guitarra, rasgo las cuerdas y reunidos alrededor del fuego el resto de sus hombres empezaron a tocar las palmas a la vez que el hermano Gonzalez, el chiquito de Neo Terra, se arrancaba en una saeta. Guiterrez sonrió y observó al Cutter como se dirigía a su objetivo….
