
Tú, si, tú. Tú, que tanto disfrutaste en su momento con la saga Monkey Island y que luego, años después, te divertiste (un poco, tampoco nos pasemos) con los histrionismos de Jack Sparrow y sus piratas del caribe, has de saber algo. Nada de lo que has visto se le ocurrió a Bruckenheimer, qué va. Tampoco a Ron Gilbert (y eso que él sí que tuvo el orgullo de reconocerlo). No, el mérito de meter piratas, vudú y zombies (tanto de los caribeños como de los otros) en la coctelera y agitar a ver qué sale le corresponde a otro, a uno de los más grandes: Tim Powers. Y a una de sus mejores obras (si es que se puede destacar alguna por encima de las demás): En costas extrañas.