Piratas, mosqueteros, alquimistas, infernalistas, la inquisición, espadachines, alienígenas, princesas en apuros y mil y una intrigas palaciegas es lo que nos propone Jhon Wick Presents en la segunda edición del juego de rol 7th Sea. A través de un fructífero Kickstarter se ha recuperado una de las ambientaciones más emblemáticas del rol del final del milenio y hoy, después de dos lecturas del reglamento puedo deciros que me ha sorprendido.
En el último post que tuve el placer de escribir y que podeis leer aquí hablamos sobre Cutlass un juego de piratas y como este género parece estar cada vez más de moda. Así que hoy vamos a tratar otro de estos juegos que nos invitan a surcar los siete mares y a contar historias sobre tesoros enterrados mientras brindamos con una copa de Grog. Hablaremos de FreeBooter’s Fate un juego de escaramuzas creado por la compañía Freeboter Miniatures y que conocí hace un par de años después de que General y Mailman Grumpie volvieran de las Salute hablando maravillas de lo que habían visto allí.
Desde que siendo un chaval Monkey Island cayó en mis manos siempre he sentido un cierto romanticismo por todo lo que ha significado la visión romántica de la piratería. Descargar cosas de internet quiero decir, navegar en libertad por mares exóticos, buscar tesoros enterrados, rescatar damas de piratas malvados o enfrentarte a un mono de tres cabezas han sido cosas que hacen despertar mi imaginación. En el cine, la novela, los comics o los videojuegos… encontramos decenas de cosas que nos impulsan a ponernos un tricornio, un parche en el ojo y enarbolar la bandera de las tibias y la calavera. Es por eso que hoy hablaremos un poco de Cutlass, un juego de escaramuzas que nos permite ponernos en la piel de un capitán pirata desarrollado por Gav Thorpe para la compañia Black Scorpion.
La semana pasada Surfer se puso a los mandos del navío Grumpy y como si de los capitanes LeChuck o Jack Sparrow se tratara nos inspiro a todos ha hablar de los malhechores de alta mar. De las manos de Humpty y Tim Powers visitamos costas extrañas, Darth nos llevo a su terreno hablandonos de juegos de miniaturas con piratas como protagonistas y un servidor comando la nave hasta el 7o Mar. Para completar nuestro paseo por el mundo de los bucaneros nos faltan algunos géneros, y hoy vengo a subsanarlo, hoy toca hablar de One Piece.
«El precio que tenemos que pagar por el dinero se paga en libertad.»
-Robert Louis Stevenson, La isla del tesoro (1883).
Hemos hablado de las curiosidades que quizás no conocías de estos apátridas libertarios en Piratas: un paseo por la plancha de mano de Surfer Grumpy, hemos presentado una gran novela de lectura casi obligada si te gusta este género en En costas extrañas, de Tim Powers de mano de Humpty Grumpie. Nos hemos trasportado también al pasado de los juegos de cartas y hemos buceado entre mazos de cartas de temática pirata en Mis CCG olvidados, 7th Sea de la mano de Chef Grumpy.
Pues yo no voy a ser menos!!! voy a aportar mi granito de arena a la hora de enterrar este tesoro en la playa de Grumpy Island con las miniaturas y juegos del hobbie que se encuentran actualmente en el mercado.
Así pues!!! ajustaros bien el parche, fijad bien las correas de la pata de palo al muñón y aseguraros que las pistolas tengan la cantidad exacta de pólvora para abordar el siguiente post…
El año 1993 la industria de los juegos sufrió un terremoto sin igual, de las manos de Richard Garfield nos llego Magic The Gathering. Este juego creo un nuevo concepto, conocido como Juego de Cartas Coleccionable. Un juego donde se mezclaba el coleccionismo de cartas deportivas o series de cromos con los juegos de mesa. Fácil, rápido de jugar y sin la necesidad de la preparación o el espacio necesario para jugar a rol o un wargame, había nacido un monstruo. Ya vamos camino del 25 aniversario de Magic, aunque ahora debe lidiar contra un nuevo formato, muchos son los juegos que han intentado seguir su estela y han sido devorados. Por eso en esta serie de artículos de periodicidad indeterminada hablaremos de las bondades de los JCC caídos. Para empezar y ya que esta semana nos han abordado los bucaneros que mejor que hacerlo con 7th Sea.
Tú, si, tú. Tú, que tanto disfrutaste en su momento con la saga Monkey Island y que luego, años después, te divertiste (un poco, tampoco nos pasemos) con los histrionismos de Jack Sparrow y sus piratas del caribe, has de saber algo. Nada de lo que has visto se le ocurrió a Bruckenheimer, qué va. Tampoco a Ron Gilbert (y eso que él sí que tuvo el orgullo de reconocerlo). No, el mérito de meter piratas, vudú y zombies (tanto de los caribeños como de los otros) en la coctelera y agitar a ver qué sale le corresponde a otro, a uno de los más grandes: Tim Powers. Y a una de sus mejores obras (si es que se puede destacar alguna por encima de las demás): En costas extrañas.
Más allá de las idealizadas versiones de Hollywood de los años 50 y de las paródicas películas de la Disney con Johnny Depp al frente, el mundo del filibusterismo es una mina inagotable de anécdotas, historias sin contar y verdades poco conocidas. Hoy nos sumergimos en el violento mundo de los piratas para descubrir que es un mar mucho más amplio de lo que creíamos.
Bienvenido al programa de pre-pedidos de North Star «Nickstarter» para «On the seven seas» (en los siete mares), el juego de grandes aventuras y poca moral en la era de la piratería, así es como se presenta el nuevo juego y colección de miniaturas de Osprey Wargames y North Star, y es que parece que Osprey no puede parar de sacar juegos, desde bandas de samuráis y bandidos o monjes, a dioses acompañados de humanos, o compañías de exploradores contra rebeldes bóxer o momias y faraones, vaya que uno tiene varias opciones de ambientación.
Crying Grumpies 