Si hay un compositor que durante los últimos 25 años ha marcado e influido en la forma de entender la música de los videojuegos es sin lugar a dudas Nobuo Uematsu, creador entre otras de las piezas para la saga Final Fantasy, su particular forma de componer ha conseguido ha dado una dignidad a este genero musical que ha hecho que su música transcienda mucho más allá de las salas de estar y deje de ser considerado un genero menor.
Nacido en 1959 en la ciudad de Kochi (Japón) la carrera de Uematsu en el mundo de la música empezó prácticamente por casualidad. Sin tener ninguna formación académica es a los 12 años de edad cuando comienza a tocar el piano de forma autodidacta influenciado por la música de Elton John y por una hermana mayor que tocaba el piano, más tarde en la universidad formará parte de algunas bandas de música amateurs tocando el teclado y será donde empezará a escribir sus primeras piezas y descubrirá que le gusta más componer que tocar con lo que decidirá dedicarse a la composición y enviará sus primeras maquetas a algunas compañías.
En 1985 mientras estaba trabajando en una tienda de alquiler de música una amiga de Uematsu le preguntará si quiere componer alguna pieza para la compañía donde ella trabajaba, esta empresa era Squaresoft una joven compañía que precisamente no estaba pasando por sus mejores momentos económicos y Uematsu se lo planteará como una especie de trabajo temporal pues hasta ese momento el desconocía lo que era la «música para videojuegos»
En estos primeros años ninguno de los títulos donde participa será un éxito y Square estará al borde de la desaparición, pero antes de desaparecer deciden hacer un intento final en el que Hironobu Sakaguchi le pedirá a Uematsu que se encargue de la música. Este juego sera Final Fantasy (1987)… y el resto, ya es historia.
A partir de este momento se produce un doble despegue, por un lado Square pasará a ser uno de los estudios de videojuegos más conocidos y paralelamente la carrera de Nobuo Uematsu se disparará pasando a ser uno de los compositores estrella del mundo de los videojuegos. En esta primera época ya se pondrá en manifiesto las intenciones de crear composiciones épicas y que intenten transmitir una carga emocional a pesar de las limitaciones técnicas de los chips de sonido del momento aunque de todas formas y según sus palabras estas limitaciones técnicas que le obligaban a trabajar con solo tres canales de sonido le harían experimentar y a ser mucho más creativo en sus composiciones.
Final Fantasy VII (1997) será otro cambio en la carrera de Uematsu ya que las nuevas posibilidades técnicas de la consola Playstation con la incorporación del cd-rom le permitirá empezar a incluir auténticos temas orquestales en las composiciones. Además esta obra será el primer Final Fantasy fuera de Japón con lo que la fama y el reconocimiento de su obra crecerá más allá de las fronteras de su país.
A partir de 2004 Uematsu y Square se separan y pasa a formar su propia compañía con la que compondrá música ya no solo de forma exclusiva para Square si no que sus composiciones apareceran en otros videojuegos como Lost Odissey (2008) o The Last Story (2011) aunque nunca dejaría del todo Final Fantasy para quien volvería a componer Final Fantasy XIII (2009)
Es difícil hablar de una única influencia en sus composiciones ya que seguramente la popularidad de su música se deba a la mezcla que realiza tanto de música clásica, como a la rock de Deep Purple o a la electrónica de Yellow Magic Orchestra. Eso sí, siempre intenta hacer una música muy melódica por así decirlo… un tanto dulce según sus propias palabras.
Respecto a su proceso creativo, Uematsu reconoce que el principio no tiene mucho que ver con el juego para el que va componer pues no tiene acceso al propio juego y que según avanza el desarrollo del juego el accede a los diferentes scrips o las ilustraciones que van realizando los artistas. Esto le puede llevar a componer desde 20 a 140 pistas diferentes de sonido muchas de las cuales serán descartadas en el desarrollo final. Sea como sea siempre intenta conseguir un buen equilibrio entre los diferentes aspectos sonoros del juego, la música, el sonido ambiente, los diálogos… ya que es consciente que hace falta este equilibrio y no se puede enfatizar unos aspectos por encima de otros.Espero que todo esto os haya servido para acercaros y conocer más a este compositor y que disfrutéis de los pequeños ejemplos que he seleccionado de sus obras. Y recordad que si queréis hacer cualquier comentario al respecto del post estaré encantado de leeros.
Cualquiier juego en el que este señor participa anda más cerca de ser una obra maestra, consigue que la hasta jugar al piedra papel tijera sea épico
Me voy a tener que enfadar… Te pones a hablar de músicos de videojuegos y no empiezas por Koji Kondo…