
Hace unos días Mailman Grumpy nos contaba cuales son esos 10 juegos que le marcaron de por vida, yo no me ha atrevido a poner 10 de una tacada, es algo que hay que pensar, decidir y valorar así que he puesto 5, no se si son los que me marcaron o me enseñaron a ser un jugón, pero si que son 5 que por un motivo u otro recuerdo.
Digger
Probablemente el primer videojuego que jugué en mi vida. No lo recuerdo por divertido, por adictivo o por tener gráficos Next Gen; lo recuerdo por la bronca que me echaron mis padres cuando estaba jugando en el «portátil» de mi padre durante un viaje a Mallorca y llamé HIJO DE PUTA a uno de los bichos al matarme. No recuerdo el castigo pero fue de los grandes, era la primera vez que mis padres me oían decir una palabrota.
Super Off Road
El Super Off Road es sin lugar a dudas el juego al que más me enganche de crío, otra vez en el ordenador de mi padre. Un juego muy muy arcade con pocas pantallas, modo espejo y inverso que permitía mejorar los coches, un lujazo. Ya en la adolescencia encontré un recreativo en el trayecto entre la escuela de cocina y el primer restaurante donde trabajé donde estaba el mueble original para tres jugadores, llegué tarde más de un día a clase y no se porqué.
Super Mario Land
Todos los que me conocéis en persona y habéis hablado alguna vez conmigo sobre videojuegos conoceréis mi debilidad por la Gran N. Muchos empezasteis con la NES, la Master System o algunos más viejos con los Amstrad y Spectrum, mi primera consola fue la Game Boy en ese fantástico bundle con Mario Land y Tetris que mis padres compraron en el Corte Ingles. Desde ese día correr por las llanuras y cuevas del Reino Champiñon se convirtió en una de mis mayores pasiones. Aunque no es el Mario que más he jugado, ese título es para el Super Mario World fue el primero al que jugué centenares de horas y por eso se ha ganando un lugar en mi lista.
Diddy Kong Racing
Como Nintendero en mi adolescencia no tuve un PSone sino que mis padres me regalaron la poderosa N64. Por ese entonces no manejaba mi dinero, mas que nada porque no lo ganaba, y solo tenía dos juegos nuevos al año, de la 64 me perdí títulos impresionantes como Mario 64, Majora’s Mask o Mario Kart 64, pero jugué a otros grandes juegos como Ocarina of Time, Goldeneye (el único scooter que he jugado en mi vida sin marearme) o Diddy Kong Racing. Diddy Kong era la apuesta de Rare para competir con Mario Kart y creo que consiguieron un producto ejemplar, no era una simple copia del juego de Karts de nuestro fontanero favorito, era algo más, aviones, hovercrafts y una pequeña historia para los que como yo no teníamos amigos en la escalera con los que compartir nuestras aficiones. Si no me creéis cuando os digo que este juego era algo más preguntaros porqué en Mario Kart Wii, 7 y 8 Nintendo ha optado por incluir motos, aladeltas y deslizadores….
The Lost Files of Sherlock Holmes
Antes de que EA fuera considerada la peor compañía de los USA y se dedicara a sacar año tras año refritos del mismo juego (bueno eso ya lo hacía) puso a la venta algún que otro juego que la catapulto a la posición de Major que ostenta ahora. Uno de esos juegos era esta aventura gráfica de motor similar al SCUM. Si bien es cierto que quien me enseño pensamiento racional y lógica como ningún otro juego lo ha echo es Monkey Island, es indudable que es lógico y racional usar pollo de goma en polea, Los casos perdidos de Sherlock Holmes no solo contaban con uno de mis personajes de ficción favoritos de mi infancia sino que fue la primera aventura gráfica que terminé sin usar uno de esos famosos librotes de pistas en los que tenías que usar un plástico rojo para leer las soluciones a los rompecabezas propuestos.
Como nos pidió Mailman yo ya he hecho la mitad de mi trabajo, el nos trajo 10 juegos, pero dejo espacio para que sea otro el Grumpy coja el relevo y nos cuente cuales son los 10 juegos de su vida.
Pingback: El día más Grumpy (31 Marzo – 06 Abril 2014) | Crying Grumpies