Muy a menudo últimamente mis compañeros Grumpies me critican, no sin motivo, porque dicen que les entran ganas de leerse todos los libros que os presento, estimados lectores. No sé muy bien si es que les parece que sólo hablo de lo que me gusta o si es que creen que todo lo que leo me gusta. O a lo mejor, y creo que aquí está el meollo de la cuestión, se les acumula la faena y la pila de libros (real o virtual) crece y crece. Sin embargo, hoy no han de sufrir. Ni tu tampoco, estimado lector. Hoy toca comentar un libro que, si bien resultó entretenido en el momento de la lectura, no ha dejado excesiva huella. Hoy toca hablar de Boneshaker, de Cherie Priest.