Viñetas que emocionan – Astro City: Aventuras en otros mundos

Pocas series de superhéroes de la historia pueden aportar tantas viñetas que emocionan como el Astro City de Kurt Busiek y Brent Anderson: desde la historia inaugural, In Dreams, publicada en 1995, hasta el último número recién publicado este mismo mes. Seguramente, lo más socorrido a la hora de alabar el alcance emocional y el calor humano que se desprende de esta obra es mencionar Cerca de ti, quizá lo mejor escrito por Kurt Busiek, quizá el mejor crossover con Crisis jamás publicado. Sin embargo, no será el caso. He preferido comentar los números 2 y 3 del segundo volumen, publicados en octubre y noviembre de 1996, protagonizados por la jovencísima Astra Furst.

Uno de los marrones más grandes con los que se encuentran los escritores de superhéroes es qué hacer con los personajes infantiles. Mirad sinó al pobre Franklin Richards, el cual apenas ha cumplido los diez años y eso que nació allá por los 60. En todo caso, ¿cómo vive un infante con superpoderes de nivel cósmico? ¿Cuál es su rutina? ¿Va a la escuela? ¿Tiene amigos? Muchos años antes de que Jonathan Hickman, junto a su compinche Reed Richards, creara la Fundación Futuro, Kurt Busiek dio su propia respuesta a las preguntas anteriores.

Porque, al final, uno se acostumbra a todo, incluso a que tu “Vida de cada día” (título de la primera parte) incluya luchas con gorilas con cabeza de insectos, alimentarse de suplementos artificiales hiperenergéticos y a que tu profesor sea un avatar holográfico con acceso a los mejores y más potentes ordenadores. Pero Astra descubre que hay “Aventuras en otros mundos” y se lanza a ellas. Pero al contrario de lo que solemos leer, en que el héroe escapa de lo cotidiano para vivir aventuras extraordinarias, ella recorre el camino contrario y descubre en el mundo real emociones y vivencias que le eran totalmente desconocidas.

Astro City, Astra Furst, Life in another planets

Como siempre, Busiek consigue trascender el arquetipo y nos presenta unos personajes llenos de humanidad. No importa que sean príncipes de una raza de mutantes submarinos, mujeres capaces de crecer veinte metros o niñas de diez años que se convierten en energía. Detrás de los superpoderes y los disfraces laten corazones y sentimientos como los de cualquiera: unos padres preocupados por una hija desaparecida, la curiosidad de una niña…Busiek consigue que sintamos la angustia de la Primera Familia y que vibremos con las partidas de rayuela de Astra como si de un ataque de Galactus se tratara. Y al final, compartimos su entusiasmo por el triunfo, y nos emocionamos tras su primera aventura sola. Porque, lo sabemos tan bien como ella, lo hizo bien.

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