La semana pasada empezamos esta lista de Míticos robots del celuloide en la que repasamos las cinco primeras máquinas que tienen un lugar en nuestro corazoncito friki. Hoy continuamos con cinco trozos de chatarra que os hicieron reír, llorar, salvaron el mundo o intentaron destruirlo.

¿Qué mejor que pasar este agosto en un resort ambientado en el lejano oeste? Seguro que a Darth Grumpy, al que también podríamos haber llamado Cowboy Grumpy, le encantaría. Más aún como lo ideó Michael Crichton (sí sí, el de Parque Jurásico) en 1973, porque en Westworld las cosas que teóricamente jamás podrían ir mal se torcían y un pistolero enlatado interpretado por Yul Brynner se dedicaba a repartir plomo y miedo entre los visitantes del resort a partes iguales. Una cinta ideal para recuperar estas vacaciones que pronto planeo comentar en mi serie de post Películas frikis para el verano.

Gort (Genetically Organized Robotic Technology) llegó en 1951 para dar un Ultimátum a la tierra. Con él, una de las frases más celebres del mundo friki «Klaatu barada nikto«, que después hemos escuchado en numerosas bocas, incluso la del grandísimo Bruce Campbell. Entre la película del 51 y la del 2008, Gort hizo un cambio importante en cuanto a sus intenciones, por lo que de él nos limitaremos a decir que es de origen extraterrestre y que acompañó a Klaatu en su misión de salvar a la tierra, fuese cual fuese la manera de hacerlo.

Quizás sea por mi edad o quizás porque el cine de los 80 conseguía realmente hacer de estrambóticos guiones, con un montón de animatronics, memorables películas, pero lo cierto es que Número 5 (el nombre de fábrica de Johnny 5) se quedó en nuestros corazones para siempre. Cobró consciencia después de ser alcanzado por un rayo (¡WTF!) y, desde ese momento, aprendió un montón de «datos, datos, datos» leyendo libros, pero sólo con la ayuda de sus compañeros de aventuras pudo conocer el significado de la amistad.

«Para pelear contra monstruos, creamos nuestros propios monstruos». Eso es lo que son los Jaegers, unos monstruos metálicos pilotados por Rangers que, tras conectarse neuronalmente y por parejas a las máquinas, luchan contra Kaijus en una de las cintas más brutalmente entretenidas de los últimos años. En 2013, a Guillermo Del Toro se le ocurrió llevar a imagen real las luchas entre mechas y alienígenas gigantes que miles de veces habíamos podido ver en animes, y lo hizo con un resultado óptimo. No os diré si los Jaeger consiguen salvar o no el mundo de los extraterrestres con malas pulgas, lo que si os diré es que seguro que han salvado a una generación de adolescentes frikis de quedarse sin referente cinematográfico al que referirse cuando lleguen a los 30.

Sus amigos pueden llamarle Murphy, el resto puede llamarle Robocop. Paul Verhoeven nos trajo al policía enlatado, en una de las películas más memorables de los 80. Mítica por su violenta trama, su retrato futurista de unos EUA gobernados por criminales y su increíble banda sonora, el film nos deja para la historia a Robocop, uno de los personajes metálicos más influyentes del cine moderno. Parte hombre, parte máquina, todo policía, Murphy se convirtió en Robocop tras ser víctima de un brutal fusilamiento por parte de unos sádicos delincuentes. Desde entonces se dedica a impartir justicia por las calles de Detroit con el más avanzado armamento cibernético y la moralidad de un íntegro ser humano.