Hace mucho tiempo en un blog no muy lejano un colaborador hablo de China Mieville y la Trilogía de Bas-Lag y la dejo muy muy bien. Como siempre que alguien me habla con pasión de alguna cosa me entraron ganas de leer la obra. Por desgracia por aquel entonces la obra estaba descatalogada y en la sección de libros de segunda mano de Gigamesh tenía un precio desorbitado. A principios de año el sello Nova de Ediciones B anunció que se había hecho con los derechos de la bibliografía del señor Mieville. Para mi cumpleaños me regalaron La Estación de la Calle Perdido y la semana pasada aprovechando las vacaciones me la leí y llego la decepción.
La estación de la Calle Perdido es uno de esos libros de género difícil de discernir aunque se le suele englobar en la Weird Fantasy, una corriente deudora del Horror Cósmico con tintes de fantasía tradicional y steampunk. La historia se desarrolla en Nueva Corbuzoó, una ciudad estado que como Ank-Morpork es un trasunto de Londres y sigue las desventuras de Isaac Van Nomeacuerdo principalmente. Isaac es un científico que por una serie de desgracias se ve involucrado en la posible destrucción de la ciudad en la que vive y decide erigirse como su salvador.
Un poco más arriba os he dicho que el libro me había decepcionado, gustarme el libro no me ha gustado pero tampoco os puedo decir que el libro me haya parecido malo pues en ese caso lo habría abandonado. La imaginación de autor es desbordante y plantea un mundo muy interesante con razas que sin ser novedosas tienen giros interesantes, magia, tecnología, política y otros planos de realidad. Pero ese interés por meter todo lo que se le pasa por la cabeza acaba siendo un puzzle que no tiene fácil solución y enmaraña muchas veces la historia de forma innecesaria. Hay como mínimo tres o cuatro escenas que no llevan a ningún lugar y que en mi opinión no hubiera pasado nada si no hubieran acabado en la versión final del libro.
Todo esto no sería un problema si esta mañana al acabar de trabajar tuviera una necesidad imperiosa de ir a buscar el siguiente volumen. Pero no tengo ese ansia. No os puedo recomendar La Estación de la Calle Perdido pues si pongo en una balanza sus pros y sus contras por desgracia los contras ganan.
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