El sueño de la razón produce monstruos, bajo ese título el grabado de Goya mostraba un hombre dormido sobre una mesa y observandole a su alrededor aparecen figuras monstruosas que le observan. Esa misma imagen podría ser aplicada a John Blanche pero de su sueño lo que saldrían serían los dioses oscuros del caos, los enigmáticos eldars, dragones fantásticos o los decadentes mundos imperiales. La imagen que tenemos hoy del universo de Warhammer bebe de la imaginería de este autor que ha influenciado a todos los que se han acercado a este mundo.
Blanche nació en la Inglaterra de la década de los 50 en plena posguerra un periodo que según sus propias palabras fue «plano y gris» lejos de la riqueza visual actual. En los años 60 el arte moderno y diferentes corrientes artísticas entrarían en su vida y empezaría a crear sus primeras obras de batallas y conflictos prehistóricos, pero según cuenta Blanche cuando termino sus estudios de arte aunque trabaja de un modo «romántico» en realidad pensaba que no podría vivir de su obra.
De todas formas Blanche se trasladará a Londres y empezará a trabajar como ilustrador freelance durante el final de los 70 y principios de los 80 algo que en 1978 le llevará a dibujar la portada para una revista que hacía poco que había salido al mercado. Esa revista era el nº 4 de la White Dwarf y a partir de ese momento empezaría una estrecha colaboración entre Games Workshop y John Blanche en el que ambos se influenciaban mutuamente y que le llevarán a convertirse en el director artístico de la compañía desde 1986.
Pero, ¿como pinta John Blanche? Para mi es difícil de describir con una palabra, es un Goya moderno, su obra es oscura, siniestra, gótica, punk, bizarra… su concepción de la Fantasía no es romántica si no al contrario es opresiva y violenta como si un universo dickensiano invadiera su mundo interior, no hay buenos ni malos en sus obras si un constante enfrentamiento en sus obras entre el bien y el mal, criaturas fuertes se mezclan con demonios angulosos y horribles. Su gusto por el detalle le lleva a recargar sus obras tal cuadro de El Bosco con lo que cientos de elementos captan el ojo del espectador, son obras dentro de obras en el que cada elemento se compone por separado antes de fusionarse en un conjunto.
El futuro es sombrio y distópico para Blanche pero también lo es el pasado. Detalles intrincados, proporciones exageradas, cráneos… multitud de elementos que se mezclan para reflejar el universo oscuro y siniestro de su interior. Y aunque algunos digan que esa forma tan intrincada en que se dibujan formas sobre formas pueden llegar a ser ridículas, yo creo que es parte de su genialidad. Lo grotesco y lo terrorífico causa risa, pero detrás de ese ridículo se esconde el horror.
En sus primeros trabajos combina los lapices de dibujo con las acuarelas hasta que a principios de los 80 los acrilicos y los entintados empiecen a dominar sus obras como si intentase imitar la pintura al oleo de época romántica. Pero utilizando una técnica de esmalte donde los colores superpuestos otorgan una especie de luz interior a sus obras. Usará el aerógrafo para crear una base uniforme en la que desarrollar sus obras pero a la vez dejará elementos al azar a base de golpes aplicados libremente en los que el pigmento se hace notar. Pero a la vez aunque el uso del color sea importante, también lo serán las sombras y la oscuridad reflejando la influencia de Rembrant o Durero.



Podría seguir hablando de John Blanche, pero la mejor forma de disfrutarlo es viendo su obra. Por eso espero que hayáis disfrutado de las imágenes y que os haya servido lo anterior para acercaros un poco a la obra de este genio.
Pingback: Forgewolrd presenta… Horus, el Señor de la Guerra. | Crying Grumpies