Yo se cocinar, pero de dibujar ni con un palo. Por eso admiro a la gente que tiene ese don, pero admiro aun más a aquellas personas capaces de contar historias mediante un dibujo. No todos los grandes dibujantes son buenos narradores, vamos que si a muchos comics con dibujos brutales les quitamos los bocadillos acabamos con bonitos dibujos pero sin historia. De estos narradores de historias uno de mis preferidos es Sergio Aragones, leed su Silencio a Gritos y lo entenderéis, pero después de leerme el primer integral de Gaston, el Gafe pienso que le ha salido un rival. Ese rival no es otro que el genial Andre Franquin.

De Franquin había leído que era un genio, lo es, y a la espera de que publiquen los integrales de su etapa en Spirou y Fantasio tan solo tenía como referencia el tomo de La Mascara. Este tomo me maravillo, no solo por su edición, el trabajo del autor es brutal y puse en la lista de la compra el tomo de Gastón. Estas Navidades con la propina de un trabajo fue el momento ideal de hacerse con el tomo.

Me acerque el tomo esperando una recopilación de historias largas, al no conocer nada del personaje supuse que serían historias como las de Spirou, pero lo que recopila son tiras de entre cinco y seis viñetas de las trastadas de Gaston en la editorial Dupuis. Y ahí me ganó, Franquin maneja el humor gráfico de una forma espectacular. Una buena cantidad de las tiras podríamos leerlas sin necesidad de los globos de texto. Si bien es cierto que hay mogollón de running gags, o tiras de una misma estructura que aprovecha una idea y la presenta de diversas formas todas y cada una de estas te arranca una sonrisa como mínimo. Con esta obra me toca poner a Franquin en la misma lista que Bill Watterson, Alex Graham o el mencionado Aragonés; gente capaz de contar mucho y divertido en unos cuantos garabatos.

La edición es magnífica, papel de calidad, tapa dura, precio bastante ajustado y su contenido hace que el tomo sea una muy buena inversión o un regalo perfecto para un neófito. Uno de los miedos con estas obras es la posibilidad de que no se publiquen enteras, por ahora no hay miedo pues en el plan editorial de Norma para este año aparece el siguiente integral para el Salón del Cómic de Barcelona.