Hace unos días en el grupo de Facebook de Tomos y Grapas un agente preguntaba si preferíamos un buen guión con un dibujo regulero o éramos más de un dibujo espectacular con un guión mediocre. En mi caso para que un cómic se gane mi corazón tiene que tener un buen guión aunque flojee en el apartado gráfico. Pero como no podemos decir de ese agua no beberé hoy os cuento un poco sobre Los Caminos del Señor de Jaime Calderón, Grégory Lassablière y Fabrice David.

La portada de la izquierda me picaba cada vez que iba comprar mi ración, si no os transmite épica es que tenéis algo atrofiado, pero nunca acababa en la bolsa. Eso cambió cuando para las Jornadas del Comiqueras que organiza el FNAC los días de el Salón del Cómic de Barcelona vi que Jaime Calderón, el dibujante, iba a pasar un rato firmando. Pensando que solo me haría una dedicatoria me hice con los dos tomos de la serie. Al final solo me hizo un dibujo pero que dibujo, abajo del todo os dejo una foto para que os muráis de envidia.

Los Caminos del Señor es una obra publicada originalmente por Éditions Soleil, los mismo que la serie ELFOS, en Francia y publicada en España por Yermo Ediciones. La serie consta de cuatro títulos, recopilados en dos álbumes en nuestro país:

• 1066 – Hastings
• 1119  – Miles Christi
• 1307 – El Proceso
• 1492 – Edén

Como en muchas de las obras ficción histórica los autores aprovechan acontecimientos reales para meter sus tramas. En este caso perseguiremos un pergamino a través de la subida al poder de Guillermo de Normandía, la creación y desmantelamiento de la Orden del Temple y el descubrimiento de el Nuevo Mundo.

No voy a mentiros; el trabajo de los guionistas es correcto, especialmente el segundo y el tercer álbum, quien de verdad hace que el dinero invertido valga su peso en oro es Jaime Calderón. Con un dibujo realista, vibrante, detallado, preciosista y emotivo eleva la propuesta de cómic correcto a indispensable. Si tuviera que poner una pega al apartadoo artístico sería al color, y no quiero que me entendáis mal, el color es perfecto pero viendo como dibuja este hombre a lápiz no importaría que toda la obra estuviera como la imagen de Guillermo de Normandia.

Después de leer estos dos tomos a parte de poner la serie de Isabel, La loba de Francia, en la lista futuras compras, tengo que admitir que a veces es el dibujante el que me vende el tebeo.