Esta semana como cada cuatro años se ha decidido quien será el nuevo presidente de los Estados Unidos de America. Esta vez le ha tocado gobernar a un tal Trump que promete unos cuatro años si mas no interesantes. Pero hace ya cincuenta y seis años hubo otras elecciones a la Casa Blanca, que enfrentaron a Kennedy y a Nixon. Sobre esa campaña electoral hace muchos años se hizo un juego, un juego que después de muchos meses en la estantería a la espera de un buen momento para jugar salió ayer a la mesa de juego para “celebrar” la victoria del señor del peluquín. Así que sin más dilación pasen y vean, bienvenidos a 1960, Carrera a la Casa Banca.

La versión del juego a la que jugamos es la de Gabinete Lúdico y antes de empezar deciros que esta plagada de erratas, si el juego os interesa en unos meses GMT sacará una nueva edición que seguro estará mas cuidada en ese aspecto. A parte de esas erratas el juego es muy bonito, con grandes marcadores con el escudo de cada estado y otros marcadores de estado del juego, cartas de buena calidad y cubitos muy cubitos.

El juego sigue la estela de otros juegos de motor de cartas (CDG). Jugaremos de forma alterna cartas por su acción especial o para realizar acciones por el valor en puntos de la carta.Estas acciones pueden ser aumentar nuestro apoyo en los estados, mover a nuestro candidato, mejorar nuestra prensa o explicar nuestras políticas. Gracias a esto iremos consiguiendo el apoyo de los estados para que al finalizar la partida y sumar los apoyos que da cada estado seamos el candidato ganador.

Cada vez que aumentemos nuestro apoyo lo que haremos es colocar un cubo en el estado pertinente o retirar un cubo si es controlado por nuestro rival. Si tenemos tres cubos en una casilla dominaremos el estado y para que nuestro rival nos quite cubos deberá sacar cubos de una bolsa que llamaremos capital político, consiguiendo la acción si se sacan dos cubos de tres propios. Esta mecánica se utiliza también para determinar la iniciativa o el control de los medios. A mitad de partida y final se incluyen dos minijuegos, los debates y noche electoral, para los que usaremos las cartas que hayamos descartado cada turno.

Y tras un repaso por encima de las reglas toca decir que me ha parecido un juego mediocre. Los parecidos con Twilight Struggle son muchos y la mayor simpleza de este hace que no me llene tanto como el juego sobre la guerra fría. Pasarlo bien lo pasamos pero creo que es un juego menor, con pocas posibilidades estratégicas. Si el juego de GMT te parece intimidante o buscas un juego algo más corto y que se le parezca no dudes en comprarlo pero llegado el momento creo que querrás algo más y acabaras con el hermano mayor.

Lo siento pero hablando de elecciones americanas no me he podido resistir