
Los seres humanos hemos creado aparatos diversos para un mismo fin, viajar, en función del medio. Por aire, ultraligeros, aviones con y sin motor, autogiros, helicópteros… por tierra, desde carruajes de caballos hasta las más atrevidas motos japonesas, pasando por cientos de diseños de coches de todo tipo. Incluso para el espacio nos hemos dotado de diferentes ingenios, desde cápsulas a transbordadores reutilizables y estaciones espaciales. Por mar, sin embargo, no hemos sido tan creativos, y los diseños de las embarcaciones fueron prácticamente los mismos, ahora con vela, ahora con motores de diversa índole, hasta aproximadamente mediados del siglo XIX.
