
Hay pocos de nuestros héroes favoritos a los que veamos preocuparse por llegar a fin de mes. Bruce Wayne o Tony Stark son dos de los muchos millonarios con un alter ego justiciero, aunque de los que trabajan no creo que en la vida real mantuvieran su trabajo mucho tiempo. Pero si para ganar su cheque a fin de mes tuvieran que enfundarse sus mallas y repartir estopa; y si encima formaran parte de un sindicato… Este es el punto de partida de C.O.W.L.
C.O.W.L. es un cómic de Kyle Higgins y Alec Siegel dibujado por Rod Reis. Poco puedo contaros de la obra previa de los autores, no la conozco, y el principal motivo para hacerme con el primer número fue su editorial, Image, que últimamente solo me da grandes colecciones, Velvet, Saga o Lazarus. Y como empieza a ser costumbre parece que en Image han acertado.

En los tres números que llevan publicados los autores han presentado un brillante cómic de época, la historia transcurre en 1960, misterio y política. La Chicago Organized Workers League es un sindicato de superhéroes que se ponen al servicio de la ciudad a cambio de una retribución, aunque en principio solo tienen jurisprudencia si el malhechor es otro disfrazado. Al poco de empezar el cómic neutralizan al último disfrazado de la ciudad y empiezan las preguntas, ¿C.O.W.L. ha estado equipando a los villanos?¿Si el sindicato va a la huelga, alguno de sus miembros seguirá luchando contra el crimen?¿Conseguirán llegar a un acuerdo los jefes del sindicato y del ayuntamiento para un nuevo convenio?.
En el apartado artístico Rod Reis cumple con solvencia, con un estilo que recuerda a grandes clásicos como Marvels o Kingdom Come. La paleta de tonos pastel ayuda a crear una Chicago triste, opresiva y desesperada que refuerza a la perfección la historia que nos cuentan.

No sé si C.O.W.L conseguirá llegar al estatus de obra de culto como otras obras de tipos en mallas de carácter más adulto, lo que si es seguro es que mientras la publiquen y mantengan el nivel enseñado en estos primeros tres números tienen un comprador.
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