
La segunda de las series nacida de la asociación Marvel-Netflix nos presentaba un personaje algo menos conocido que el primero, Daredevil, para el gran público: Jessica Jones. Poco se tarda en descubrir que esta investigadora privada con superpoderes no es la nuera que todos querríamos: es inestable, algo violenta, bebedora empedernida y un tanto promiscua. Pero sobretodo, Jessica, es una luchadora y un estandarte para todas esas heroínas modernas que están resurgiendo en la pequeña y la gran pantalla.