
Si una idea funciona, no trates de inventar nada nuevo. Solo tienes que cogerla, hacerla tuya e intentar mejorarla. Algo así fue lo que debió pensar la gente de Osprey Games cuando decidió lanzarse a sacar un juego como Frostgrave, claramente inspirado en uno de mis clásicos favoritos, Mordheim del que ya hace un tiempo hablamos en este blog y cuya entrada podéis leer aquí. Así que como dentro de poco vamos a tener una edición de este juego traducido al castellano de la mano de HT Publishers es un buen momento para darle un pequeño repaso, ver lo que nos ofrece y si merece la pena adquirirlo.

