El Dr.Who de Capaldi lleva a Moffat al pasado

Grumpies, sabéis que hago lo que puedo por cumplir lo que prometo. Sí, ya se que ahora alguien me sacara lo de la galería de cosplay que dije que haría para el Salón del Manga de Barcelona, pero no fue culpa mía, nos fue imposible conseguir acreditaciones para hacer algo con la calidad que vosotros os merecéis. Yo me refería a esa promesa que os hice en el post sobre el estreno de la octava temporada de Dr.Who. Pues bien, mis pronósticos se cumplieron y el Doceavo, con Capaldi al frente, ha superado mis expectativas.


Cuando Moffat cogió las riendas de la serie británica de ciéncia ficción por excelencia, todos estábamos encantados. Creímos que el guionista y creador de los «Weeping Angels» iba a llevar al Doctor a otro nivel. Lo cierto es que no fue así. Se que hay muchos fans del Onceavo entre vosotros, pero admitiréis que algo fallaba en sus tramas.

Con el duodécimo eso no sucede. Steven Moffat ha decidido volver donde «re-empezó» todo, coger el ritmo y estilo de serie que Russell T. Davies dejó y con los que tan buenos resultados había cosechado. La temporada se inició con un prometedor capítulo que, como ya dije, hacía uso de lo mejor del nuevo y del antiguo showrunner, y esa es la tónica que siguen el resto de episodios.

El nuevo y brillante Doctor, interpretado por un fenomenal Peter Capaldi, es un «Frankenstein» con partes de los protagonistas que hemos visto desde 2005: el desprecio por la humanidad y la socarronería de Christopher Eccleston, puntos heróicos e inteligentes propios del mismísimo David Tennant, además de unas notas de humor y despistes dignos de Matt Smith. Pero el Duodécimo, así como el moderno Prometeo, tiene también personalidad propia: Capaldi utiliza todas sus dotes como actor para dar aún más vida al nuevo aspecto del Time Lord, dejando al héroe con una dudosa moralidad y unas inquietantes cejas que hacen que sospechemos de su bondad durante toda la temporada.

Por sí sólo Capaldi se bastaría y se sobraría para llevar la serie a buen puerto, pero es que además lo acompaña una maravillosa partener que ya demostró lo que valía junto al Onceavo Doctor. Cierto es que, durante esta temporada, el carisma del protagonista es tal que incluso llega a eclipsar por momentos la romántica, a la par que trágica, historia de amor de Clara Oswald y Danny Pink, pero aun así, desde 2005, sólo Donna Nobel puede discutirle el puesto como mejor acompañante regular. Si amigos, la época de Rose me encantó, pero ella como actriz dejaba mucho que desear.

La trama de la 8a temporada fluye entre episodios sin que apenas nos demos cuenta. La intuimos durante el primer capítulo, pero como ya pasase con Rusell T.Davies y su Bad Wolf, pero no es hasta el season finale que descubrimos realmente el objetivo de Moffat para con el nuevo Doctor. Es cierto que, como en todas las tramas del autor britànico, la historia tiene agujeros del tamaño de galaxias, pero hasta en sus episodios más tramposos gana en interés a la anterior versión del viejero espacio-temporal. Capítulos como Time Heist o Robot in Sherwood nos devuelven una versión más clásica y entretenida de Dr.Who

No voy a spoilerar nada del final de temporada, que me ha parecido correcto pese a no ser de los mejores que hemos visto, solamente diré que dejar de lado a los «Dalek-ficha-de-parchís» y centrarse en enemigos clásicos sin intentar darles una nueva (y errónea) vuelta de tuerca en forma y contenido, es otro acierto. Si algo funciona no lo toques.

En fin Grumpies, ya véis que a un whovian convencido como el aquí presente, que pasea su camiseta del Cuarto hasta por un video sobre X-Wing: Miniature game, le ha encantado la nueva temporada. Estoy esperando al capítulo navideño con las mismas ganas que lo esperaba antes de la llegada del discreto Matt Smith. Lástima no disponer de una T.A.R.D.I.S. para avanzar en el tiempo y poder contaros que va a dar de sí, pero os aseguro (y esta va a ser una de las promesas que cumpla) que en cuanto lo vea, volveré a hablaros sobre Doctor Who, de los magníficos Peter Capaldi y Jenna Coleman y de un showrunner que ha sabido adaptarse y mejorar volviendo a las raíces. Bravo Steven Moffat.


2 comentarios en “El Dr.Who de Capaldi lleva a Moffat al pasado

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