Ya casi he acabado el repaso a mis compras del Salón del Cómic de Barcelona 2016. Hoy viajaremos al Lejano Oeste para repasar la que considero a sido mi mejor compra del salón, Bluebarry Integral 1, y os contaré un problema con el que me he encontrado al acabar su lectura. Así que ensillad el caballo que nos disponemos ha hacer un largo viaje por praderas inexploradas.

Blueberry es un western nacido en la revista Pilote en 1963 de las manos de Jean-Michel Charlier y Jean Giraud. El cómic que lleva el nombre de su protagonista sigue las aventuras y desventuras del teniente una vez acabada la guerra de secesión americana. Este primer integral incluye las tres primeras historias que tienen que ver con los conflictos entre el hombre blanco y los pielrojas.

En el aspecto técnico es una maravilla, Charlier impregna un dinamismo y tensión a la historia digna de un genio. Y la verdad  de Giraud solo puedo deciros una cosa, su seudónimo es Moebius. Si bien este álbum es prácticamente su primera obra es capaz de transportarte a las interminables llanuras del Oeste, a los riscos donde tender emboscadas o al interior de un tipi con una facilidad pasmosa. La edición es un lujo, un papel no satinado que ayuda a resaltar un color restaurado de las planchas originales, unos extras interesantes que no son ni excesivos ni cortos y que ahondan en la creación de esta obra clásica, el tamaño un pelín más grande de lo habitual para un mayor disfrute visual y un precio  muy competitivo. Y ahora os preguntareis ¿Es que no tiene nada malo? Y yo os digo pues sí, que solo trae tres álbumes.

Y en este caso que solo traiga tres números a mi entender es un error inmenso porque el arco argumental son los cinco primeros álbumes y no se sabe cuando se publicará el siguiente integral. Y ese siguiente integral ocurrirá lo mismo pues acabará esta primera saga y traerá el primer número de la siguiente, un problema. Por ejemplo creo que Panini en su nueva linea Marvel Saga  lo ha solventado de una mejor manera, cada tomo es autoconclusivo; hay algún tomo de seis grapas y otros de ocho. Y en este caso hablamos de una cadencia que si no es mensual es bimensual que haría bastante más llevadera el ansia por acabar de leer un arco contra el posible año entre número y número de esta colección.

Como veis nada grabe en el horizonte si lo que queréis es disfrutar de un muy buen cómic, en especial si es un cómic del Oeste. Pero que como en mis caso os hará plantear si haceros con los números sueltos aunque no queden tan bonitos en la estantería.