
Si la semana pasada mi colega Humpty Grumpy rompía un tabú metiéndose (muy acertadamente, por cierto) con la mítica Dragon Ball, esta vez me toca a mí hacer lo própio con Game of Thrones. En alguna ocasión ya he dejado claro que Martin no es santo de mi devoción, pero esta vez voy a por la ficción televisiva. Spoilers are coming, quedáis avisados.